jueves, 11 de abril de 2013

Entrevista a Mercy Correia

Publicada en Revista Mia

Desde hace un mes sus manos de modelo acarician la suave piel de Fabiana Alexandra, aquella pequeñita que llegó al mundo de Mercy Correia como para coronar el éxito de esta mujer que un día ganó el título de la más bella de Panamá.

Es como si el destino confabulara a favor de Correia. Desde muy joven su paso por las pasarelas estuvo inundado de gracia. Al poco tiempo de iniciar su carrera le llegaron propuestas para trabajar en el extranjero. Los casatalentos pusieron sus ojos en ella, lo que la llevó a ser portada de revistas en el continente asiático.

Su evolución en el mundo del modelaje cumplió con los pasos de toda buena modelo. Y luego dejar su cuerpo andar por las mejores vías de la moda, esta bella chica buscó escalar un tramo más, mas esta vez en su aventura como mujer.

El nuevo rol<br />
Mercy no planeó su embarazo. Cuando se casó solo decidió no aplicarse anticonceptivos y esperar a que Dios le otorgara la dicha de dar vida. Para su fortuna, como lo califica, el nuevo ser llegó pronto.

Desde ese momento comenzó a estructurar sus rutinas para darle espacio a la nueva miembro de su familia. Eso sí, sin trastocar mucho sus funciones. De hecho planea trabajar desde casa los primeros días; pero considera que pronto se reintegrará a sus labores de siempre, puesto que -según ella misma cuenta- siempre ha sido como un pulpo.

“Creo que he estado bastante organizada, como ya no estoy viajando como en otros tiempos, no creo que sea mayor inconveniente. Por suerte cuento con el apoyo de mis papás, de mis suegros y de mi hermano. Tengo montones de tíos y tías tengo, así que no creo que vaya a tener problema en ese sentido”, matiza.

Aún con su barriga sus días siempre estuvieron en su curso regular. Todos los días conducía ella misma su auto hacia cada una de sus ocupaciones, de hecho a poco tiempo de alumbrar seguía en ellas. Para su suerte de dama moderna, Correia está rodeada de una familia con mente actual. Su madre no nunca la sobreprotegió ni le impuso ningún fetiche tradicional.

Los nueve meses

Cuando Mercy dice que su vida no se ha trastocado demasiado es porque ni en la ropa de maternidad tuvo que variar mucho. Ella asegura que solo compró como un pantalón jeans, porque el contenido de su armario está repleto de piezas holgadas que se ajustaron perfectamente a su barriga.

En cuanto a la alimentación, acepta que dejó de consumir “comida chatarra”, bebidas con colorantes y todo cuanto pudiera representar algún riesgo para al residente de sus entrañas.

Otro factor que la hizo alterar un poco sus hábitos fueron los antojos. Es que siempre ha sido amante de los dulces, mas durante el periodo de gestación prefirió comer platos salados.

La llegada de Fabiana

“Fue parto normal, y bastante rápido”, rememora la feliz madre. El magno evento de la vida de Mercy se dio el 26 de agosto, después de su cita de monitoreo, donde su ginecóloga detectó que su paciente ya tenía cuatro centímetros de dilatación. A las 11:00 a.m. Fue ingresada a la sala de labor y como las contracciones comenzaron a aumentar esta modelo tuvo que hacer las veces de deportista. Su médico la puso a caminar y hacer una serie de ejercicios para mitigar los dolores y para que la tarea fuese más rápida. A las 12:49 p.m. ya estaba Fabiana Alexandra afuera.

Cambios<br />
Hoy, con bebé en brazos, Mercy sigue buscando el crecimiento profesional. Ya estuvo en muchos desfiles, fue maestra de aprendices y actualmente se dedica a la exportación de modelos, lo que continuará haciendo; aunque confiesa que quiere abandonar ese estilo de chica tierna para adentrarse en papeles más tenaces.

“Puede que sea un buen momento para cambiar un poquito de imagen. Toda vida los trabajos que hice como modelo fue con la imagen tierna, tranquila... de repente ahora espero que se me dé la oportunidad de cambiar un poco y mostrar un lado más maduro. Como modelo a uno le gusta ir cambiando de facetas”, afirma esta joven madre.

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