jueves, 25 de abril de 2013

El desafío de nacer con Down

Publicado en revista Mia el 25 de abril de 2013

Isidro Morán tiene 30 años. Cada día se levanta y ayuda a su abuela con los quehaceres del hogar: barre, friega los trastes, limpia el piso. Eso mientras no está en entrenamiento, él es atleta. Desde los cinco años de edad participa en Olimpiadas Especiales (OE), asimismo desde muy pequeño le tocó sufrir los embates de tener un cromosoma extra. Isidro siempre ha tenido una vida deportiva activa, mas esto no lo ha eximido de ciertos padecimientos aliados al trastorno genético con el que nació.

Brenda Bassán Acrich es otra atleta, tiene 37 años. Ella trabaja en el Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), allí ayuda a otros estudiantes con condición especial a hacer sus tareas. Ya tiene 12 años de realizar esa labor. Pero como Isidro, Brenda ha sido sometida a operaciones y tratamientos rigurosos que le mitiguen las dolencias que conlleva nacer con este síndrome.

Aunque cada paciente puede tener diversas deficiencias, existen dos que son muy constantes en sus similares: el sobrepeso y el sangrado de las encías. Berta Morán, madre de Isidro, y Esther Acrich, madre de Brenda, cuentan que de no tener un contacto con una institución como Olimpiadas Especiales quizás no hubiesen conocido en qué forma tratar las diversas molestias que sufren sus hijos.

Defecto en fibras de colágeno

“El sangrado de las encías no es algo propio de las personas con síndrome Down, esta molestia tiene su génesis por un defecto en las fibras de colágeno”, explica la odontóloga Kira Singh, de la Facultad de Odontología de la Universidad de Panamá. Tal deficiencia sí es común en quienes tienen la condición, lo que hace más aguda la sensibilidad, ya que los dientes quedan expuestos al paso de bebidas y alimentos.

Esta particular carencia se une a otros factores como la postura de la boca abierta, la mala mordida, la rigidez de la tonicidad, los medicamentos que disminuyen el flujo salival y la pérdida de la estructura del soporte del diente. Cada uno de ellos agrava la condición de esta parte de la boca.

Singh cuenta que muchas veces estos pacientes no tienen un correcto cepillado de sus dentaduras, puesto que no sostienen las herramientas requeridas de la forma adecuada. Esto lleva a que estas personas necesiten de ayuda para el aseo bucal. No obstante, con el tiempo no se le debe negar la oportunidad a los chicos o chicas de hacerlo por sí mismos.

Los cuidados

La odontóloga señala que los tratamientos se determinarán de acuerdo al caso de cada paciente, mas estas personas no deben olvidar las prácticas básicas para una buena higiene bucal: cambiar el cepillo cada tres meses, uso de hilo dental y enjuague bucal (dependiendo de la capacidad de cada sujeto).

La prevalencia del sobrepeso

“Las personas con síndrome Down suelen poseer un metabolismo más lento”, explica Odaris S. de Barletta, especialista en medicina física y rehabilitación y directora del programa Atleta Saludable de OE. Esta particularidad indica que estos sujetos tienen menor capacidad para gastar lo consumido en los alimentos. Además, suelen tener una vida muy sedentaria, lo que tampoco aporta a mantener un peso adecuado.

Los problemas con las tiroides son otros de los defectos que padecen, con ello vienen las dificultades con el peso.

Recomendaciones

“Aunque un sujeto no sea deportista, los cuidadores deben mantenerle controles de salud que incluyan actividad física y alimentación apropiada”, comenta Barletta.

Es importante señalar —acota la especialista— que estudios recientes indican que un porcentaje cerca al 20% de niños con este síndrome son diagnosticados con sobrepeso en su primer año de vida. Queda claro que no se puede incidir sobre las causas genéticas, pero sí en otros aspectos. Por ello, se deben crear hábitos dinámicos, que puedan convertirse en conductas fáciles de realizar y que formen parte de lo cotidiano para la persona con síndrome Down.